Sara Monforte, nueva entrenadora del equipo perico. Imagen: RCD Espanyol

Sara Monforte: “Quiero un Espanyol competitivo, que sea difícil ganarnos”

La entrenadora del RCD Espanyol atiende a Liga F para analizar el nuevo proyecto del conjunto catalán en la máxima categoría. Su día a día en el equipo perico, el balance hasta el momento de la pretemporada, el objetivo de la permanencia y su reto más complicado: asentar a las blanquiazules en Primera.

23 AGO 2024

Después de veinte años como futbolista, cuatro de ellos como jugadora perica, donde ganó dos Copas de la Reina, Sara Monforte (Castellón, 14 de octubre de 1980) vuelve al RCD Espanyol. Tras seis años en el banquillo del Villarreal CF, donde consiguió subir a Liga F, ahora toma un nuevo reto en su carrera. Lo hará en Barcelona, allí donde le enseñaron ese sentimiento de pertenencia hacia el conjunto blanquiazul. Ha dejado atrás a su familia, a su gente, para salir de su zona de confort y vivir en la exigencia de estar en la cuerda floja con el objetivo de lograr la salvación. Con los años ha aprendido a desconectar del fútbol y quiere un equipo competitivo, pragmático y capaz de competirle a cualquier rival.

¿Por qué decidió ser entrenadora?

Porque me gustaba mucho el fútbol. Desde que era jugadora he tenido referentes como Luis Carrión o Cristian Toro, que me motivaron bastante para ser entrenadora. Siempre me ha gustado entender el porqué de las cosas, el fútbol a nivel táctico. Quería seguir dedicándome a lo que más me gusta, a mi pasión que es el fútbol y no entendía otra manera que no fuera siendo entrenadora.

Jugó 20 temporadas entre Levante UD, Villarreal CF, Valencia CF, Zaragoza CFF y RCD Espanyol, con el que ganó dos Copas de la Reina, ¿cómo ha visto la evolución del fútbol femenino durante este tiempo?

Sobre todo, en dos cosas. Una en que las jugadoras se pueden dedicar 100% al fútbol porque con el Convenio hay muchas facilidades para poder dedicarse exclusivamente y mejorar su rendimiento. Y luego a nivel de clubes en recursos, cuerpos técnicos más preparados, con mucha más gente, roles más definidos, que puedan sacar mayor rendimiento a las jugadoras. Al final las protagonistas son ellas y esas mejoras han hecho que su nivel sea más alto.

Precisamente, el RCD Espanyol ha incorporado a dos preparadores físicos, ¿le da mucho valor al aspecto físico?

Sí. Tenemos uno más dedicado al tema de fuerza, más en el gimnasio, y otro más específico en campo. Eso da mucha especificidad dentro de la preparación física y poder individualizar mucho más. En Liga F tienes que estar muy bien porque el nivel es muy alto, jugadoras con mucho nivel, físicamente muy fuertes y tienes que ir fuerte en esos duelos, esas disputas o arrancadas, ahí tienes que competir. Le doy mucho valor a todos los roles dentro del cuerpo técnico, que al final son los que dan la riqueza. El segundo entrenador sus funciones, el analista, el entrenador de porteras… todo tiene su importancia.

Además, Mariela Coronel me contó que usted era una entrenadora que estudiaba todo, que soñaba prácticamente con las tácticas.

Creo que todos estamos un poco locos. Me gusta mucho tener controlado cómo podemos hacerle daño al rival, dónde están sus debilidades. Me gusta mucho interpretar durante los partidos, las segundas partes, donde les podemos hacer daño, donde están las claves del partido. Con Mariela pasamos un año increíble, nos ayudó muchísimo esa temporada del ascenso. Es una jugadora ejemplar. Es una de las mejores profesionales que he tenido.

Termina su etapa de seis años en el Villarreal y tiene dos ofertas, una de ellas la del RCD Espanyol, ¿por qué decide coger este proyecto?

Sobre todo, por lo que me unía al club ya. El otro equipo también me ilusionaba muchísimo, me habían dado todas las facilidades y se portaron súper bien conmigo. De inicio ya quisieron contar conmigo y eso para mí es muy importante, pero sobre todo es el hecho de la unión y el vínculo que tenía ya con este club. Estuve aquí cuatro años muy felices y siempre he querido volver.

En su presentación dijo que es el reto más importante de su carrera, ¿por qué?

Porque he salido de mi zona de confort. No porque no fueran retos importantes en el Villarreal CF. Allí siempre me trataron de una manera especial porque me daba la sensación de que me debían algo por haber querido ir allí, por lo que conseguí. Tenían más manga ancha conmigo. Estoy convencida de que los años que he estado en Primera si hubiese sido otro entrenador no me hubiesen dado tanto margen de error. Sé que aquí si las cosas no van bien no tendrán ese margen. Es más exigente. He salido de mi zona de confort, de estar con mi familia, mi pareja, de salir de casa, a tener que empezar de cero y demostrar otra vez muchas cosas.



La diferencia es esa exigencia ¿no?

Claro. Ya no porque yo no fuera exigente y no fueran exigentes conmigo, sino porque ahí en Villarreal era como mi casa. Yo con las coordinadoras que había entonces era mucho más familiar, y ahora no van a tener tanto miramiento en que yo sea Sara Monforte o no. Al final sentían cómo que me debían algo, igual que yo a ellas también. Era un vínculo de debernos algo. Ahora es una relación más exclusivamente profesional y entonces todo va a ser mucho más exigente y a mí me va a exigir más vivir en la cuerda floja.

¿Qué es para usted el RCD Espanyol?

Sentimiento. Aquí me enseñaron ese sentimiento de pertenencia. Es un club y una ciudad que parece que somos un equipo secundario porque el rol primario lo tiene el FC Barcelona y vivimos en la sombra. Eso es muy duro y difícil. Son un club ejemplar, que ahí están peleando por dar visibilidad a esa familiaridad, a esa hermandad que tienen y a ese sentimiento de pertenencia que a mí me demuestran en el fútbol.

Hasta el momento el equipo ha disputado tres partidos de pretemporada, ¿qué balance hace de la preparación?

Muy positivo. Lo hablaba con las jugadoras que vienen de otros equipos de Liga F como Arola, Ainoa, Natalia Montilla… y les ha sorprendido muchísimo. El equipo compite muy bien, se está adaptando rápido. El miércoles tuvimos un rival muy difícil, el Montpellier, equipo de media tabla hacia arriba de la liga francesa y competimos como bestias. Queremos ser competitivas, que nos cueste mucho que nos ganen. Tengo como ejemplo del año pasado el Eibar, que demostró que es competitivo, difícil, que le meten pocos goles y que si mete los hace buenos. A mí me gustaría ver un Espanyol así, que sea difícil ganarle o puntuarle.

¿Ese es el sello que quiere instaurar en su RCD Espanyol?

Sí. Ese es el que ya tenían cuando llegué aquí. El año pasado ascendieron a Primera División siendo un equipo muy unido. Hay muy buen grupo y eso hace que las fuerzas se multipliquen. Yo le ha dado una vuelta a mi forma de ver las cosas, creo que el año pasado me equivoqué en muchos momentos en querer jugar demasiado en juego combinativo, y a veces tienes que partir primero de ser competitiva y luego poder dar esos matices de más juego combinativo. No digo que no sea incompatible, pero primero vamos a ser competitivas y luego meteremos más juego combinativo.

Son diez renovaciones de las jugadoras que consiguieron el ascenso y once fichajes con una mezcla entre juventud y veteranía, ¿cómo está viendo a la plantilla?

Las jugadoras que han venido nuevas se están adaptando muy bien a ese grupo fuerte que ya tenían y al revés también. Las que han venido están ayudando a que las demás se adapten rápido a esa intensidad y a esas necesidades que nos va a demandar Liga F. Tenemos gente veterana como Paula Perea, Arola y Ainoa, que tienen mucha experiencia, jóvenes que también han venido como Amaia y Iara, y luego las que estaban aquí, que a mí me ha sorprendido mucho como Mar Torrás, Ángeles, Simona… que compiten muy bien ya desde Primera RFEF. Es una mezcla que nos va a dar muchas alegrías estoy convencida.

Vuestro primer rival en Liga F es el Real Madrid, ¿es mejor enfrentarse ahora o más adelante?

Al final te tienes que enfrentar en cualquier momento de Liga F, pero es verdad que queríamos los rivales más duros al principio porque ya te dan un ritmo muy alto de exigencia. Creo que estarán menos rodadas porque vienen de los Juegos Olímpicos, ahora el Mundial Sub20, y son menos partidos juntas. También te las quitas de encima y ya te centras en tu liga. Podemos competirle a cualquiera, pero debes tener claro que hay que ser fuerte mentalmente. Tienes que gestionar bien el calendario de manera anímica con el grupo y saber tus posibilidades.



¿Cómo intenta mentalizar al grupo después de una mala dinámica?

Hay que ser realistas y dar una visión global, que vamos a tener nuestras fases de momentos más difíciles y otros de buenas rachas. Siempre hay que ser positivo, estar preparado, y no relajarte en ningún momento, pero igual cuando vienen rachas buenas. Ahí tienes que estar con el cuchillo, seguramente más que en otras rachas porque luego te equivocas. Mi rol es de poner un poco calma tanto en los buenos como en los malos momentos para intentar mantener ese equilibrio y que esas emociones ni para bien ni para mal nos desequilibren.

¿Cuál es el proyecto que quiere crear en el RCD Espanyol a largo plazo?

El RCD Espanyol tiene que volver a lo que ha sido, un equipo importante dentro del fútbol femenino, un club importante. Este año va a ser un poco de adaptación. El objetivo está en la permanencia, y ojalá poco a poco, en los siguientes años podamos ir mejorando y asentarnos en Liga F, eso sería lo ideal. El club se lo merece por ser pionero dentro del fútbol femenino.

¿Qué es lo más complicado para usted de ser entrenadora?

Gestionar un grupo. Eso es lo más difícil, la gestión de un grupo de mujeres es muy complicado porque somos muy complicadas y me incluyo. 20-22 mujeres es difícil, cada una con sus egos, sus formas de ver las cosas… gestionar todo eso dentro de una temporada que es muy larga y pasan muchas cosas es lo más difícil para mí.

Y, ¿por qué le engancha tanto?

Porque al final me encanta trabajar con personas. Yo estudié Pedagogía y en realidad quería estudiar Educación Social porque me gusta mucho trabajar con personas, influir en ellas y acompañarlas. Me encanta ver lo que yo puedo aportarles, mis palabras, un abrazo… poder influir en el día a día de las personas. Además, incluido en que el fútbol es una pasión que tengo que me encanta pues es un mix por el que encima me pagan. También se pasan malas momentos, pero como en cualquier trabajo y en cualquier momento de la vida.

¿Cómo es su día a día en el RCD Espanyol?

Yo vivo en Sabadell y estoy sola porque no he podido traerme a nadie de mi familia, ni siquiera a mi perro. A las siete de la mañana estoy en las oficinas, entrenamos a las ocho y media-nueve por el calor, y luego trabajamos en oficinas hasta las dos-tres. Me voy a casa a comer y por las tardes en casa trabajo también, salgo a dar una vuelta por el pueblo, por Barcelona, veo alguna serie… intento distraerme un poco y luego hacer videollamada con mi familia. Antes era una loca del fútbol, y ahora no lo soy tanto porque no tenía luego tanto rendimiento las horas que estaba aquí. Me gusta tener mis momentos de desconexión. Tener la mente clara es muy importante.

¿Ha aprendido a desconectar del fútbol?

A veces cuando estoy desconectando digo otros estarán trabajando. A lo mejor hay entrenadores que se pasan el día en la oficina. Yo también podría hacerlo, y lo he hecho, pero luego no tenía claridad. Es muy importante tener la mente clara. Por las tardes, como lo tengo grabado, me pongo a ver el entreno, eso lo hago más en casa. En la oficina intento hacer otro tipo de trabajos y en casa veo el entreno, apunto cosas, analizo cosas o veo amistosos de equipos de Liga F. Las tardes las tengo un poco más libres, pero los entrenadores no paramos mucho.