La Liga F emplaza a las árbitras a una reunión
El deporte femenino español ha vivido uno de los episodios más tristes de su historia. El histórico comienzo de la Liga F, la primera competición profesional femenina de la historia del deporte español, se vio dinamitado por el siniestro interés de dirigentes que llevan tiempo pretendiendo impedir a toda costa la profesionalización del fútbol femenino, con la connivencia de aquellos que debían haberlo impedido.
11 SEP 2022
Lamentablemente para ellos, el mundo del fútbol femenino dio ayer una lección de unión. Clubes, futbolistas y aficionados demostraron su unión y firme rechazo a este boicot, exigiendo respeto por el fútbol profesional femenino y por todos aquellos que han luchado a lo largo de la historia por conseguirlo.
Esta Liga Profesional entiende que la única forma de solucionar este conflicto pasa por que las conversaciones sean directamente entre las partes afectadas, evitando que lo verdaderamente importante, esto es, la conversación en torno a la remuneración de las árbitras se vea influenciada o condicionada por otros intereses.
Para ello es necesaria la interlocución directa con las árbitras, sin intermediarios, y que estas puedan escuchar y negociar libres sobre algo que les compete solo a ellas. Esto es lo que siempre ha pedido y defendido esta Liga Profesional, pero hasta el momento no ha sido posible, pues quienes han asistido a las reuniones han sido únicamente representantes de la RFEF. De esta manera, desde esta Liga Profesional volvemos a insistir en ello por lo que se emplaza a las árbitras mantener una reunión mañana lunes, 12 de septiembre, a las 17h, en la sede del Consejo Superior de Deportes, para tratar directa y únicamente con ellas, las cuestiones relacionadas con sus honorarios, dietas y condiciones de desplazamientos.
Una vez alcanzado un acuerdo a este respecto, el resto de cuestiones accesorias, tales como los gastos de gestión de la RFEF, organización y gestión de la logística de desplazamientos o proyectos de formación y desarrollo, entre otros, serán tratados de forma separada y corresponde hacerse directamente entre Liga F y la RFEF.
Estamos convencidos de que la RFEF, que no es un sindicato, no tendrá inconveniente alguno en separar ambas conversaciones, ni impedirá a las árbitras reunirse ellas solas. De lo contrario, será difícil no pensar que desde la RFEF lo que se pretende es ocultar algo y hacer prevalecer los intereses propios.
Asimismo, estamos seguros de que, libres de ataduras e intereses ajenos será mucho más sencillo llegar a un acuerdo rápido sobre lo urgente y principal.
Entendemos que la importancia del tema merece, al menos, que se intente.