La rebeldía por bandera. Ese es el adjetivo que mejor define a Elena Julve (Santa Coloma de Gramanet, 8 de diciembre de 2000). Sus inicios no fueron en el fútbol, sino en el atletismo, donde estuvo desde los 6 hasta los 12 años destacando en la Unió Colomenca d’Atletisme. Un primer deporte en el que sus padres se convirtieron en sus primeros referentes, ambos fueron corredores. Esos inicios le ayudaron a mejorar su técnica de carrera y un potencial físico que le ha llevado a la élite, pero del deporte rey. Porque en el club de su barrio, el CD Arrabal, dio sus primeras patadas a un balón, y en el CE Sant Gabriel comenzó a demostrar todo su talento y a potenciar todas sus cualidades. La extremo exhibió todas sus virtudes en Primera Nacional, siendo una jugadora determinante, y llamando la atención del RCD Espanyol, que la reclutó para su filial en 2017. 

Tras un año en el B, en 2018 ya pasó a formar parte del primer equipo. A pesar del salto de jugar en Primera Nacional a Primera División, su gran estado físico le sirvió para poder competir en la élite. Sus regates, dribblings y quiebros constantes le sirvieron para tener su hueco en la máxima categoría...y en la selección española. Junto con María Llompart, ahora compañera en el FC Levante Badalona, y Anna Torrodà, actualmente en el Valencia CF, se proclamaron campeonas de Europa Sub19 representando al RCD Espanyol, pero pronto le tocó vivir la cara más amarga del fútbol, el descenso en 2021 con el conjunto perico. La temporada siguiente fichó por el antes nombrado Levante Las Planas, donde se volvió a sentir futbolista. Empezó a trabajar aún más el físico y la alimentación para seguir mejorando y volver algún día a la máxima categoría del fútbol español. 

El premio a la constancia no le tardó en llegar, y su llegada al club de Sant Joan Despí se convirtió en la acertada cuando logró el histórico ascenso en 2022. Una vuelta a la máxima categoría, que, esta vez, no quería dejar escapar. Su potencial físico lo completó con sus recursos técnicos, y el regate se convirtió en su principal seña de identidad. La temporada pasada ya fue la segunda jugadora de Liga F que más veces buscó marcharse de su defensora, tan solo por detrás de Ajibade, y este curso continúa en el podio. Porque es la tercera futbolista con más regates realizados (62), tan solo superada por Ajibade (68) y Ainhoa Marín (94). Además, la extremo del FC Levante Badalona ha completado más de la mitad de ellos, 32, con éxito. Una forma de jugar que también provoca que lidere otra estadística, la de faltas recibidas esta temporada en Liga F. 

Porque la de Santa Coloma de Gramanet es la jugadora que más infracciones ha provocado del rival (53). Su paciencia es clave porque a veces la única manera de frenar sus regates y habilidad con el balón es a través de las faltas. La atacante ha jugado los 23 partidos que ha disputado su equipo esta temporada, veintiuno de Liga F, y dos de Copa de la Reina, y en total ha acumulado 1.691 minutos entre las dos competiciones repartiendo tres asistencias siendo la futbolista del equipo catalán que más pases de gol ha realizado este curso. Su asignatura pendiente sigue siendo ver portería. La temporada pasada ya se quedó sin anotar, y este año le quedan nueve jornadas para intentar estrenar su cuenta goleadora. Mientras tanto, los regates y sacar faltas a las defensas rivales están aseguras. Porque Elena Julve es pura magia para el FC Levante Badalona.