Virginia Torrecilla en el Metropolitano durante el encuentro ante el FC Barcelona.

Virginia Torrecilla recibe el premio a la futbolista del año concedido por 'The Guardian'

La centrocampista Virginia Torrecilla, jugadora del Atlético de Madrid de la Finetwork Liga F, ha sido galardonada con el premio 'The Guardian Footballer of the Year' que otorga el medio británico a un jugador que haya hecho algo notable, ya sea superando la adversidad, ayudando a los demás o dando un ejemplo deportivo.

04 ENE 2023

Virginia Torrecilla volvía al terreno de juego el 23 de enero de 2022, 683 días después de su último encuentro y tras recuperarse de un tumor cerebral. La futbolista ha tenido que pasar por meses de tratamiento, 30 rondas de radioterapia, 15 ciclos de quimio, una extirpación de un tumor cerebral, y un accidente de tráfico que dejó a su madre en una silla de ruedas. Pero superó todo ello, volvió al césped y ahora recibe esta distinción de 'The Guardian' por su lucha. 

"Estaba hundida. Pasaría por un cáncer quince veces más. Haría 30 quimios para que mi madre volviera a andar. Lo prometo, lo prometo. Con todo mi corazón. Tres años en quimio. ¡Cinco! No me importa. Si tan sólo pudiera volver a estar de pie. Me eché la culpa. Ella dice que no puedo pensar así. Es mi madre, siempre me defenderá. Pero, no, no. Lo que mi madre pasó...", explicó la jugadora española en una entrevista a 'The Guardian' tras recibir el premio.

Cuando ocurrió el accidente, quiso dejarlo todo. "Le dije al club: 'No quiero seguir'. Les dije a mis padres que quería dejarlo, volver a casa. Me dijeron: 'Ni se te ocurra'". E hizo caso y, seis meses después, en enero de 2022 y tras un año y ocho meses sin jugar, regresó al césped para disputar la final de la Supercopa de España, que el Atlético perdió ante el Barça.

"Cuando la gente dice que soy una luchadora, un ejemplo, es precioso. Pero el dolor que sentí: no es el cáncer en mi cuerpo, es todo lo que superé psicológicamente, todo lo que pasé con mi madre. Eso es duro, de verdad. Muy, muy, muy duro". Y lo sigue siendo. Su historia es inspiradora, pero insiste en que no está completa", se sinceró. 

El diagnóstico de cáncer le llegó en mayo de 2020, en un entrenamiento. "Me dolía el cuello, el dolor se me subía a la cabeza. No podía dormir. En la cinta de correr me sentía mareada y enferma. Pensé: 'Algo va mal', reconoció en la entrevista. 

Torrecilla perdió 16 kilos y el pelo durante el proceso de lucha contra el cáncer. Según relata, estaba débil, vulnerable. "Mi sobrino acababa de nacer pero yo no tenía fuerzas para levantarlo y no podía cogerlo en brazos por si me daba algo. Tenía el apoyo del Atlético: si no, no estoy aquí", reconoció.

"Luchando contra el cáncer, no vi a un psicólogo: sabía a lo que me enfrentaba. Pero cuando eso sucedió, no supe qué hacer, si valía la pena seguir aquí. estaba hundido Entré en una depresión. No quería salir de casa. Vine a entrenar porque era mi trabajo. Solo quería ir a casa, estar con mi familia. Estaba tan deprimido. No comí, no dormí. Jugar era una obligación", aseguró.

Y volvió a jugar en esa Supercopa de España. "Era un desastre, estaba muy nerviosa. Hacía dos años que no jugaba y apenas podía recordar qué hacer. Quería que la gente viese que había superado el cáncer y que ellos también podían”, rememoró sobre su 'debut'. “Fue un momento histórico, una imagen para siempre en el fútbol femenino. Siempre quise ser un modelo a seguir. Quería que se supiera mi nombre. Desafortunadamente, la vida me sometió a otra cosa, pero eso significó que me convertí en un símbolo de superación. Estaba en el supermercado y este hombre me detiene, dice: 'Virginia, mira: mi capitán'. Me muestra su teléfono, una foto mía, sin pelo y con el brazalete. Nunca me lo hubiera imaginado, pero es una de las cosas más bonitas. Realmente tiene un valor”, concluyó.