Ni siquiera pasaron tres meses y la joven futbolista sevillana se desquitó de aquel fatídico penalti y anotó el gol más importante de la historia del fútbol femenino español. Olga Carmona será siempre recordada por su zurdazo ante Inglaterra en la final que proclamó a la Selección campeona del mundo y que hoy nos permite lucir con orgullo nuestra primera estrella.

Ivana de Andrés levantó al cielo de Sídney el trofeo que tantas y tantas veces las jugadoras de nuestra selección habían soñado. Un sueño que hasta el pasado domingo parecía imposible. Durante muchos años a las mujeres de nuestro país les habían negado la posibilidad de tan sólo imaginar el momento de convertirse en campeonas. Muchos años de lucha, de esfuerzo y de sacrifico por tantas mujeres, se vio recompensado en ese disparo de Olga que culminaba el trabajo de tantos años de aquellas personas, que siempre creyeron en las deportistas de este país.

Sin duda una de las principales artífices y uno de los nombres propios de esta competición es el de Olga Carmona. La sevillana fue fundamental en la clasificación de la selección para la gran final, con un auténtico golazo ante las suecas, pero sería ante las lionesses donde escribió su nombre en la historia del deporte español. Su solitario gol ante el combinado de Sarina Wiegman la consagró como la mejor jugadora de la final y cerró así su gran temporada.

La andaluza quiso acompañar a sus compañeras en la celebración del mundial a pesar de su dolorosa pérdida, por eso quiso acordarse de todas aquellas personas que no estaban para celebrar esa gran victoria: "Aquí tenéis la estrella que tanto queríais, pero no solo está la que llevamos ahora en el pecho. También están todas aquellas que hay en el cielo y nos han acompañado". 

Olga Carmona y todas sus compañeras cambiaron la historia del fútbol español para siempre.