“Cada año mueren 63.000 personas por fumar en España, de las cuales 29.000 mueren por EPOC, es decir, 1 persona cada 20 minutos, siendo la cuarta causa de muerte en España”, comenta el Dr. José Miguel Valero, representante de SEMG Valenciana.

La prevención es fundamental, teniendo en cuenta que la EPOC es la tercera causa de muerte en el mundo y una de las enfermedades más discapacitantes que existe. El asma, por otra parte, es una enfermedad muy prevalente (en España su prevalencia es del 5% en adultos y de más del 10 % en niños) que produce un gran impacto en la calidad de vida de los pacientes, limitando sus actividades y, además, ocasionando un elevado gasto sanitario.

Aproximadamente el 40 % de los pacientes que viven con EPOC siguen fumando después de ser diagnosticados, siendo conscientes de los riesgos asociados. En este sentido, el Dr. Juan José Soler, representante de SEPAR Pacientes, apunta que “el tabaco, además de actuar directamente sobre la persona que fuma, también lo hace sobre otras personas del entorno. Por ejemplo, se ha demostrado que el desarrollo pulmonar de niños con padres fumadores se puede ver afectado. No alcanzar una maduración pulmonar completa se traduce posteriormente en una mayor presencia de enfermedades en el adulto, no solo respiratorias, sino también oncológicas, cardiovasculares o metabólicas”. La deshabituación tabáquica es un proceso difícil y, por ello, es importante ayudar a las personas a vivir sin tabaco, poniendo a su disposición guías de apoyo para dejar de fumar e información de utilidad que pueden encontrar en el Portal Pacientes.

Las pruebas de función pulmonar son inocuas y pueden contribuir a la detección temprana de algunas enfermedades respiratorias como la EPOC, el asma o la fibrosis pulmonar. La prevención y detección temprana son claves para poder gestionar una enfermedad respiratoria. “Es importante que la sociedad

y los grupos más vulnerables (niños, mayores, pacientes crónicos) sepan que existe este tipo de pruebas

para pedirlo a su profesional sanitario de confianza, sobre todo en el caso de personas con factores de

riesgo como el tabaquismo o antecedentes familiares de enfermedades respiratorias”, señala Nicole Hass, portavoz APEPOC.

También “Las pruebas de función respiratoria nos permiten conocer nuestra capacidad pulmonar y por tanto nos informan de nuestra salud pulmonar, además de que permiten el diagnóstico precoz de enfermedades respiratorias tan frecuentes como la EPOC y el asma.”, señala la Dra. Cruz Gonzalez, presidenta de SVNeumo.

Es importante tener en cuenta que son pruebas que no duelen y suponen un coste muy reducido. “Es de vital importancia que haya un acceso fluido y sin demora a esta prueba en todos los centros de salud, además animo a las personas con síntomas respiratorios a que consulten por este motivo y así se soliciten las espirometrías necesarias para mejorar la atención y en definitiva la vida de los pacientes”, señala el Dr. Fernando Navarro, representante de SEMERGEN Valenciana.

Por su parte, el Dr. Enrique Mascarós Balaguer, coordinador del grupo respiratorio de SOVAMFiC, asegura que “toda acción que consiga que los pacientes sepan de su existencia y que mediante un diagnóstico precoz y unas medidas preventivas se pueda evitar su progresión, es bienvenida”.

El representante de SEAIC, el Dr. Miguel Ángel Díaz ha añadido: “El diagnóstico y tratamiento precoz del asma bronquial tiene un impacto directo en la evolución y pronóstico de la enfermedad. Identificar el asma en sus primeras etapas permite establecer un plan de tratamiento adecuado, lo que facilita un mejor control de los síntomas y reduce la frecuencia y la gravedad de las exacerbaciones”.

En cuanto al asma, según un estudio de 2015, su prevalencia ha aumentado en todo el mundo un 12,6% desde 1990 a 2015. Este aumento afecta sobre todo a personas de mediana edad y a mujeres, y puede explicarse por un aumento del asma alérgica. El hecho de tener asma aún supone un incremento de la mortalidad del 46%, especialmente en menores de 15 años.

De acuerdo con el estudio EPISCAN II, patrocinado por GSK y realizado entre 2017 y 2019 en población española, la EPOC en la Comunidad Valenciana tiene una prevalencia del 10,4% en mayores de 40 años, con un 74% de pacientes aún sin diagnosticar, siendo esta cifra a nivel nacional superior en mujeres (80,6%) que en hombres (70,4%). En palabras de Ricardo Emilio Boedo-Facal, director de relaciones institucionales corporativas y de Respiratorio de GSK, “no podemos permitirnos estas cifras de incidencia tan alarmantes. Por ello desde GSK, como dice nuestro propósito, destacamos la importancia de adelantarnos a la enfermedad con la detección precoz y con la concienciación y educación para una mejor calidad de vida. Por eso hemos puesto en marcha Pulmón sano futuro sano “sobre ruedas”: un proyecto que nace con el objetivo de dar visibilidad a enfermedades tan comunes, pero a la vez desconocidas, como son el asma y la EPOC y concienciar de que a través de la realización de pruebas sencillas por parte de los profesionales sanitarios se puede comprobar el estado de nuestra salud respiratoria”.