También fue el año de Anissa Lahmari. La internacional marroquí dejó huella en su primer curso en Liga F sumando 7 tantos. A pesar de los diecisiete encuentros de manera consecutiva sin ganar, el colchón de las primeras jornadas y dos victorias decisivas ante el Sporting de Huelva por 1-2 y frente al Valencia por 3-0 le terminaron dando la permanencia. Precisamente, los guantes de Nay Cáceres fueron claves.

La venezolana fue con 2.594 minutos la jugadora que más jugó de su equipo y con 97 paradas se convirtió en la segunda guardameta con más intervenciones en Liga F, con 3,34 por partido. Otra de las futbolistas que lideró las estadísticas de la competición fue Elena Julve. La catalana fue un peligro constante en ataque siendo la que más duelo ganó con 217 y la segunda que más regates completó con 121.

Tras dos ascensos de manera consecutiva, las de Ferran Cabello vivirán su tercera temporada seguida en Primera División por primera vez en su historia. Porque la última vez que participaron en la máxima categoría estuvieron dos años. Irina Uribe, que terminó la temporada con 5 goles y 6 asistencias se convirtió en la líder de un proyecto que continúa asentándose en la Liga F.